El Suicidio según Spinoza

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Para propósitos del actual texto, des-medicalizaremos el concepto de suicidio y lo observaremos a través de algunos conceptos del filósofo Baruch Spinoza, planteados en su libro “ética demostrada según el orden geométrico”

Con este ejercicio pretendemos alejarnos de la dualidad normal/anormal, la cual conlleva solapadamente, la indefectible necesidad de juzgar y rechazar conductas, decisiones, personas y poblaciones.

Nos permitimos describir el suicidio como un fenómeno social, de implicancias vitales individuales. De esta manera, “la persona” quien auto-inflige su muerte,  actúa aparentemente aislada de su red social, sin embargo, cuando ampliamos el panorama, podemos apreciar que la red social propicia y se impacta de dicha decision.

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En su momento Spinoza (1632-1677) preocupado por la liberación del hombre y la conquista de su felicidad, postuló, respecto al deseo de vivir o de morir, lo siguiente:

  • Cada cosa se esfuerza, cuanto está a su alcance, por perseverar en su ser”. (Parte 3 proposición 6)
  • El esfuerzo con que cada cosa intenta perseverar en su ser no es nada distinto de la esencia actual de la cosa misma. (Parte 3 proposición 7)
  • Ninguna cosa puede ser destruida sino por causa exterior. (Parte 3 proposición 4)
  • Así pues, nadie deja de apetecer su utilidad, o sea, la conservación de su ser, como no sea vencido por causas exteriores y contrarias a su naturaleza. […] ni se da muerte, en virtud de la necesidad de su naturaleza, sino compelido por causas exteriores […] Pero que el hombre se esfuerce, por la necesidad de su naturaleza, en no existir […] es tan imposible como que de la nada se produzca algo”. (escolio de la parte 4 proposición 20)

Spinoza nos da algunas pistas sobre los comportamientos humanos, afirma que nuestra esencia es buscar la preservación en nuestro ser, tanto en el nivel biológico (preservación instintiva), como en un nivel trascendental (búsqueda incesante de felicidad). Dicha fuerza nace de nosotros y es infinita, de ella NO surgirá la necesidad de autodestrucción.

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Sin embargo, reconoce que existen causas externas de felicidad y de tristeza, la una aumenta nuestra potencia y la otra la disminuye; cuando cursamos situaciones que nos exponen desmedidamente a causas de tristeza, puede pasar que se agote nuestra potencia y nos veamos forzados a causar nuestra muerte deseando evitar un mal mayor. Por consiguiente,declara que el suicidio siempre es inducido desde el exterior.

Cabe aclarar que, nos referimos con exterior a:

La red social que contiene al individuo, constituida por personas, instituciones, organizaciones, dinámicas económicas, laborales, políticas, sistemas legales y el estado mismo; con las que el individuo interactúa constantemente para exponerse a “causas de felicidad o de tristeza”.   thumbnail_044

Ahora bien, en contraste con los conceptos actuales, diremos que:

  • El suicidio está enmarcado dentro de las problemáticas sanitarias, es medido epidemiológicamente y resuelto con programas de intervención terapéutica individual
  • Se reconoce como un comportamiento de origen multicausal, es decir, resulta de la suma de varios factores, a saber, herencia, alteraciones en el desarrollo fetal, traumas a edades tempranas, crisis vitales de difícil manejo, deprivación de sueño, o de contacto con el sol, entre otras.
  • Factores que configuran estados mentales patológico (como la depresión, el trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de personalidad, dolor crónico) en los que se va agotando la energía vital.

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En resumen, podemos decir que los planteamientos de Spinoza sobre el deseo de vivir o de morir, mantienen total vigencia, lo que nos sugiere ampliar nuestro enfoque terapéutico, aceptando que la conducta suicida no es una decisión individual, más bien es el resultado de decisiones colectivas, igualmente, reconocer que somos participes silenciosos de la multiplicación de estas conductas, al mismo tiempo que nos vemos afectados y deteriorados en nuestra potencia de preservación.

Eso que le ocurre “al otro” nos ocurre a todos.

Referencias

www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2014/12/doctrina38375.pdf

http://www.javeriana.edu.co/cuadrantephi/pdfs/N.16/1.(Roque).pdf

http://www.javeriana.edu.co/cuadrantephi/pdfs/N.24/5.pdf

Roque, Adriana. Acercamiento a un buen vivir desde Baruch Spinoza. CUADRANTEPHI No. 16. Pontificia Universidad Javeriana. 2008, Bogotá, Colombia.

7 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Julio Cesar dice:

    Como siempre, excelente artículo. Felicitaciones

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    1. Katty Caste dice:

      Contigo aprendo cada vez más. Eres una excelexcelente profesional. Felicitaciones.

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  2. Rosa Ruiz dice:

    Muy interesante….🖒

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  3. Diego Hernan dice:

    Felicidades Pamela! Excelente!

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  4. Rosana Gonzalez dice:

    Muy interesante, el artículo. Felicitaciones.

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  5. Oscar Darío dice:

    Excelente articulo compañera. La importancia de este tema del suicidio cruza la historia misma del pensamiento occidental, léase desde La Apología de Sócrates en Los Diálogos de Platón y su relevancia para muchas discusiones filosóficas posteriores. Téngase en cuenta también la importancia que se le daba a esta idea del suicidio por convicción y heroísmo entre la aristocracia de los Romanos; y la que se trasmite insinuándose por debajo, a escondidas, en algunas de las primitivas iglesias cristianas quienes tomaban la muerte de Cristo como un suicidio, y uno de los motivos por los que se dio y difundió el fenómeno de los mártires tan importante para la consolidación de la iglesia cristiana en Europa durante sus primeros siglos. En fin, es también un tema relevante para pensadores del siglo XX como Emile Cioran, Albert Camus, Sartre, Heidegger, Deleuze y Michel Foucault entre otros, que ven cada uno desde su propia perspectiva en este acto, paradójico y contradictoriamente, uno de los actos más trascendentales, la auto-afirmación misma de la vida. “si alguien cree que puede vivir más cómodo en el cadalso que  en su mesa, obraría de manera muy estúpida si no lo hiciera”. (Spinoza, 2000, E:2P49C).

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