Imaginemos una corriente de viento que transita entre los árboles de un parque, mece sus hojas; sopla en favor del vuelo de las aves, entra en contacto con el interior de sus pulmones, oxigena la sangre, transforma químicamente sus tejidos. Hace esto, pero además continua su curso arrastrando otros gases; se deja calentar, entra en contacto con nuestro cuerpo, regula nuestra temperatura, ayuda a la evaporación de sudor y humedad de las vías respiratoria, intercambia oxigeno y dióxido de carbono, el cual regresar nuevamente a los arboles y se transforma en energía.
Nos transforma y lo transformamos, Mas que conexión con la naturaleza, en realidad estamos inmersos y compuestos de ella.
Ahora bien, lo anterior no quiere decir que seamos una mixtura amorfa, donde se reúne la totalidad de la materia. Por el contrario, cada ser tiene capacidad de diferenciación. A través de tejidos las sustancias naturales se condensan y se hacen visibles. Es así como un cuerpo puede interactuar con otros.
¿Que pasa en la interacción social?
De manera similar, nuestras interacciones nos transforman con la sutileza del viento. En general solemos sentir afinidad con otras personas (no con todas, solo con unas especiales)
Estamos en un salón grade con muchas personas desconocidas y mágicamente se van organizando subgrupos, compuestos por individuos que comparten afinidades y conductas similares.
¿A que se debe esa facilidad para identificarnos con uno cuantos?
En el postgrado mi tutora de practica me decía: “es cuestión de piel”. Mi tutora de tesis, por su parte, reprochaba: “Dios los hace y ellos se juntan”. Como verán, tenia una facilidad para encontrar ese compañero que me hacia reír y se divertía con mis chistes todo el día.
Quiero que recuerden como conocieron a sus amigos mas cercanos; es frecuente que pensemos que ocurrió al azar, producto de una casualidad en la que se cruzan y simplemente se crea una amistad.
Sin embargo, no es así de sencillo; si evaluamos en retrospectiva podemos identificar que, tal vez, tenemos una historia de vida parecida o proyectos enfocados en una finalidad común. Puede ser que compartimos creencias o principios de vida afines, que nos gusten los mismos deportes o que tengamos similares habilidades para las artes.
Entonces, ¿como fue posible qué en ese salón tan grande, lleno de tantas personas, logramos acercarnos justo con quien compartimos características? No creo que sea producto de magia, pero si es una lógica poco estudiada y sin embargo muy usada.
Posiblemente sea porque usamos la teoría de la mente para obtener información antes de iniciar una interacción social.
“La teoría de la mente hace referencia a la destreza adquirida por los humanos para identificar estados mentales propios y de otras personas (creencias, deseos, emociones, intenciones) …”
Sobre dicha capacidad se estudian las dinámicas comportamentales que nos llevan a adquirir información oculta para nuestros sentidos. En cuanto a las redes neuronales, se plantea la asociación con neuronas en espejo.
Recordemos que las neuronas en espejo (Rizzolatti 2005) forma parte de un sistema de redes neuronales que se activan cuando observamos a un individuo realizando una acción, automáticamente nuestro cerebro simula la misma acción “de manera virtual” “como si, nosotros mismos la ejecutáramos”.
Se puede clasificar como un tipo de aprendizaje.
“si yo entiendo la acción de otra persona. Es porque tengo en mi cerebro una copia para esa acción, basado en mis propias experiencias…” “a la inversa, tú sabes como yo me siento porque literalmente tú sientes lo que estoy sintiendo”.
Es decir, tu aprendes de mi sentir… y yo del tuyo. Resulta entonces que la amistad esta tejida con redes neuronales y se fortalecen de las vivencias de cada uno.
Aprendemos de nuestras vivencias y las vivencias de nuestros amigos queridos.
Bibliografía
ZEGARRA- Valdivia, Jonathan. CHINO- Vilca, Brenda. MENTALIZACION Y TEORIA DE LA MENTE. Rev. Neuropsiquiatria. Perú. 2017.
GARCIA Garcia, E. et al . Nuevas perspectivas científicas sobre el ser humano. TEORIA DE LA MENTE Y CIENCIAS COGNITIVAS. Madrid 2007.
Muy interesante👍
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Guauauuuuuu q buenooo!!! Algo nuevo en internet’!
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Me gusta el uso metafórico del lenguaje y su relación en cómo funciona el cuerpo de manera interna para explesarlo de manera externa en el contacto con los demás. ¡Muy buena analogía de la ciencia!
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Me gusta el uso metafórico del lenguaje y su relación en cómo funciona el cuerpo de manera interna para explesarlo de manera externa en el contacto con los demás. ¡Muy buena analogía de la ciencia!
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Espectacular, una lógica poco estudiada…
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La forma poética de la presentación de esta idea/intuición le da una realidad más profunda que cualquier teoría científica. Descubro con mucho placer y mucho interés este texto después de varios meses, por casualidad, cómo un claro a la vuelta de un sendero… Este concepto de red neuronal se parece un poco justamente a la red de raíces que se ha desarrollado con el tiempo en un bosque. Somos unos y somos partes de redes de afinidades pre-existentes o construidas por nosotros, de manera conscientes o no… Y en eso – que se trate de pieles, de olores, de palabras o de contactos visuales – podemos buscar una forma de refuerzo en personas «espejos» encontradas en el camino de nuestra vida, personas totalmente diferentes, complementarias, que responden inquietudes y preguntas que podemos tener; sin que estas personas sean conscientes de su aporte, personas que muchas veces, por su lado, encuentran otro complemento en la relación con nosotros; pienso que todos teneos ejemplos concretos de esta realidad en nuestra memoria. Hay en estas redes neuronales asimetrías, ambigüedades y a veces mentiras inconscientes… Un terreno que nutre y analiza una parte de la literatura.
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